En
cámara lenta 4.
EL ASTRONAUTA:
Una vez cruzó la frontera del horizonte de sucesos, el
astronauta penetró en un reino de absoluta oscuridad, así siguió descendiendo
sin causa, tal y como lo hace una pluma al caer de la alta torre.
También le pareció muy extraño el hecho de conservar su
vida, ¡Su consciencia! ¡El que no tuviera frio! ¡El que no tuviera hambre!
Él era incapaz de ver sus propias manos; ¡Sus brazos…!
Era incapaz incluso de escuchar su propia voz.
Así se dijo a sí mismo, muy aletargado, extasiado, ¡sin
sentido!
¿Qué es esto?
¡Estoy aquí, donde ningún ser humano ha estado nunca!
¡Hay canciones! Se escucha el fluir de placidos
líquidos, el latir de mi corazón parece irse en un eco infinito, ¡se aleja…! ¡Va
muy lejos…! Y ¡aun! Hasta la más pequeña fracción de su ritmo viene hacia mí.
LA CAPITAN:
La nave de investigación FOTON 01 se dirige a toda
velocidad hacia el agujero negro.
La capitán muy confusa y sobresaltada al saber que ella
misma había sido quien saco la nave de su órbita, se dice a sí misma.
¡¿Qué es esto?!
¿Quién es ese ser que me ha traído hasta aquí?
¡Mi pasión hacia este punto del espacio no ha sido
casualidad! ¡No ha sido mi voluntad la que me ha traído!
La nave va cada vez más rápido, cada vez más a prisa se
acelera hacia aquel lugar de infinitas preguntas.
Es la capitán en el puente de la nave; frente al
monitor que le muestra el exterior, cubre este toda la pared frontal, es
entonces como una gigantesca ventana: las estrellas van como agiles y fugaces
destellos.
Escucha ella a la distancia; ¡Sonidos! Y un líquido
rojo parece filtrarse por todos los escondrijos. El casco de FOTON 01 comienza
a ceder, así pues penetra en el interior del horizonte de sucesos.
EL ASTRONAUTA:
Es el presa de una sed inagotable, una sequedad que no
podría saciar, ni aun así bebiera de una vez todos los océanos.
¡Una sequedad que llega hasta el alma!
Los cantos y murmullos lejanos por fin se concretan en
el a tronante latido de su corazón.
¡Siento la muerte y la vida!
¡Estoy tan cómodo y feliz!
¡Aun en esta frialdad, me siento el ser más cálido del
universo!
¡Siento mi esencia radiar por doquier!
Se acerca a él un destello, a toda velocidad parece
venir hacia el la más brillante de las luces.
LA CAPITAN:
Al estar ya dentro del espacio interno del agujero
negro, tras la frontera invisible del horizonte de sucesos.
El casco y todo FOTON 01 desaparecieron, dejando a la
capitán sola y desnuda en aquel espacio de perpetua oscuridad.
Escucha como a la distancia los latidos de su corazón
se expanden sin causa por todo el universo compactado de aquel lugar.
Así se dice en un estado de éxtasis.
¡Que hermoso! Nunca pensé que así fuera de lindo
liberarse.
¡Ya no quiero para mí, más cadenas!
¡Me siento encendida en llamas infinitas!
Así con una mirada feliz he inteligente, ve una luz.
Un azul y fulgurante destello a la distancia.
¿Podría acaso confundirme?
¡Ese pulso! ¡Esa constancia!
¡Un Magnetar!
EL ASTRONAUTA:
Aquella luz se acerca aun con más prisa hacia él.
Exclama exaltado.
¡Es imposible!
¡Una gigantesca estrella se acerca a mí!
NARRADOR:
Lo que ocurrió en aquel día quedo codificado
holográficamente en la frontera del agujero negro.
“El gran Magnetar da su último respiro al mundo, y es
que en vía de colisión se acerca a él la gigantesca estrella”.
En la gran colisión, en el más cálido y fuerte de los
abrazos, con lágrimas de pura energía, con toda la fuerza tronante del corazón.
¡Así se besaron el astronauta y la capitán!
Recordó ella de súbito cuando en aquella loma, en
aquella noche estrellada este se le presentó, y en como lo vio ser retrotraído
de la realidad a sus dilatadas pupilas.
Recordó que en ese momento prometió regresarlo a su
hogar, he ir directamente a sus dominios.
El recordó también como casi justo en el momento de
entrar en el horizonte de eventos, pudo por un breve instante viajar por un
efecto de túnel cuántico, a una loma de la tierra, en una noche estrellada,
sobre la verde y fresca hierba.
Así en derredor de ellos, todo el espacio parecía
contraccionar y fruir agitadamente.
Se hundieron así en un profundo abrazo en las raíces de
la singularidad espacio tiempo.
Una luz atraviesa los ojos de ambos a la vez. Un mundo
nuevo se posa ante ellos.
Todos sus recuerdos desaparecieron, la singularidad
absorbió toda su historia en su frontera.
Así la capitán abre por primera vez sus ojos, ve el
rostro de su madre, sus manos son las más suaves, y al querer hablar, solo fue
una sonrisa lo que pudo salir de su rostro.
El astronauta ve la calidez de una sábana frente a él,
no tiene el ya consciencia de sí mismo.
Así ambos nacen a la vida de nuevo, quizá ya en
diferentes tiempos y espacios, nadie podría ser capaz de saberlo. Los caminos
que puede seguir un fotón en su nado por todas las realidades posibles están
dentro de los dominios de lo desconocido.
FIN.
No hay comentarios:
Publicar un comentario