En
cámara lenta 3.
La capitán de la nave vio con los telescopios como a la
distancia la forma del astronauta se hundía y retorcía en el horizonte de
sucesos del agujero negro.
Exclama tristemente.
¡Es una lástima! No nos percatamos cuando el cordón
umbilical se rompió y por un extraño motivo perdimos comunicación con su traje.
A la distancia la lente gravitacional producida por el
agujero negro, era la única que delataba su existencia en el fondo lleno de estrellas.
La capitán no era una persona insensible, más si había
endurecido su corazón un poco, debido a las duras personalidades de los jefes
en la academia galáctica. Su firme temple ante la pérdida del astronauta, no
era más que el reflejo de la honda pena por lo sucedido.
Aparece un robot de apariencia sobria, a manera de un
mayordomo, sin muchas luces ni detalles, solo un robot.
Le dice a la capitán.
Señora, es hora de continuar con las investigaciones,
la pérdida de un miembro de la tripulación está dentro de los parámetros
aceptables de la misión.
Ella le responde contrariada.
¡Calla! ¡Quien define aquí los parámetros de la misión
soy yo! ¡Veté y déjame en paz!
Se sentó en un asiento de cuero, así como haciendo
culto a las artes humanas de tapicería, observa fijamente su pintura favorita:
“Una loma, la noche estrellada, el pasto color verde oscuro e iluminado por la
luna”.
Se dice a sí misma.
Si tan siquiera logrará recordar lo ocurrido ese día,
en mi mente solo queda la visión de esta región del espacio, un destello fugaz
y un gran guión: ¡Una terrible incógnita!
Espontáneamente una media sonrisa maniática se
pronuncia en su rostro.
¡Seria hermoso sacar a FOTON 01 de su zona de
seguridad!; perder la vida, ¡La razón! ¡El sin sentido! Conocer ese algo que me
produce tanta curiosidad, miedo y admiración.
Así la capitán se queda dormida mientras presiona el
botón de grabación de su bitácora electrónica.
MILLONES DE AÑOS ATRÁS.
Nuestro fotón ante la expectativa de todos los
universos y realidades posibles se pregunta; “¿por qué no he de poder quedarme
en un solo sitio?”.
¡Mi vida es el movimiento constante!
¿Qué da a un fotón la consciencia de existir?
¿Cómo he podido escapar de la singularidad?
¿Cuál es mi destino?
Pasan por el fotón todas las realidades posibles, o el
pasa por todas ellas.
Recorre en forma virtual todos los puntos del universo.
Rastrea sin parar su más anhelada verdad.
Así se materializa en un bombillo y exclama.
¡Una sala en la noche! Algo casual.
Desaparece de esa realidad y es sustituido por uno de
sus dobles.
Aparece ahora en el destello del cabello de una bella
chica.
Veo el parquecillo, es una iglesia, un lugar con
música.
Entra en las pupilas del novio de la chica y desaparece
de esa realidad.
Es el destello en la mano de un anillo, en la edad
media del planeta tierra, en la zona conocida como España.
Exclama calmado.
¡Noble mi destino aquí!
Desaparece de esa realidad.
Es ahora parte de un rayo en la luna del planeta tierra
y entra en los ojos de una joven.
¡Hermoso! Todos los caminos posibles me conducen a esta
chica.
En todas las realidades posibles de ella, existo yo.
¿Existe el destino?
¡Lo veo! ¡La veo! ¡Voy hacia ti!
MILLONES DE AÑOS DESPUES.
La capitán despierta, ya después de varias horas de
sueño intranquilo, así se dice a sí misma.
Llevo días sin conciliar el sueño de una forma plena,
alrededor de las 12:00 y 01:00 A.M. terrestres mi cuerpo despierta.
La idea de sacar la nave de su órbita siempre hace que
los escalofríos recorran mi cuerpo; un escalofrió que comienza como un susurro
en mis oídos y termina en mis piernas.
Entra el robot en estado de alerta y exclama.
¡Capitán! ¡Capitán! La nave ha salido de su curso y ha
entrado en una órbita insegura.
La capitán dice sobresaltada.
¡¿Qué?! ¡Cómo ha sido esto posible!
El robot responde con su energía de reserva, ya que
está a punto de quedar inutilizado por un motivo desconocido.
No hay registros en la nave de las últimas tres horas,
desde que usted comenzó a dormir, casi a los 20 minutos los sistemas de
vigilancia tuvieron un fallo general. E. ner. Gi. A. a. gota. Da.
La capitán sobresaltada ve de forma inmediata su
bitácora electrónica; se percata de una grabación en ella.
Observa ella con ojos exaltados los registros.
REGISTROS DE BITACORA.
Una voz susurrante exclama.
¡Estoy en casa! Después de tanto tiempo por fin en mi
hogar.
Parpadean las luces de la nave.
La capitán responde a la voz con sus ojos cerrados y en
una especie de trance.
Hemos llegado mi amor; ¡te he traído a tu hogar!
Una mano invisible acaricia el cabello de la capitán,
sus labios son comprimidos por un beso no visto.
El parpadeo de las luces se hace un poco más frenético.
Así la voz dice de nuevo a ella de forma tierna y
cálida.
Introduce los comandos de autorización mi amor, ¡vamos
a casa!
La capitán sonríe tranquila y, aun en trance de
profunda armonía responde con una plena sonrisa en su rostro: ¡Como nunca la
había tenido en muchos años!
¡Si mi vida! ¡Pronto estaremos juntos para siempre!
Ella introduce los códigos para el movimiento de la
nave y su autorización.
El ser invisible besa nuevamente sus labios y las luces
de la nave vuelven a la normalidad. Con la diferencia que ahora la nave tiene
curso directo e irreversible al centro del agujero negro.
FIN DE LA BITACORA ELECTRONICA.
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